¿Te gusta viajar y conocer nuevas culturas? ¿Te apasiona la comida y te atreves a probar todo tipo de platos? Si eres un mochilero aventurero, este artículo es para ti. Te voy a mostrar algunos de los platos y las recetas más deliciosos, originales y económicos que puedes encontrar en diferentes partes del mundo. Además, te daré algunos consejos para prepararlos tú mismo y sorprender a tus amigos con tu talento culinario. ¿Estás listo para un viaje de sabor?
Ceviche: el plato nacional de Perú
El ceviche es una de las joyas de la cocina peruana. Se trata de un plato frío a base de pescado o marisco crudo, marinado en jugo de limón, cebolla, ají y cilantro. El ácido del limón “cocina” el pescado, dándole una textura suave y un sabor fresco y cítrico. El ceviche se suele acompañar de maíz, camote (batata) o yuca. Es un plato ligero, nutritivo y refrescante, ideal para los días calurosos.
El ceviche se puede encontrar en casi cualquier restaurante o puesto callejero de Perú, pero también se puede preparar en casa con ingredientes sencillos. Solo necesitas pescado fresco (preferiblemente de carne blanca y firme, como corvina, lenguado o merluza), limones, cebolla morada, ají (puedes usar el que más te guste, desde el suave rocoto hasta el picante habanero), cilantro, sal y pimienta. Corta el pescado en trozos pequeños, ponlo en un bol y cúbrelo con el jugo de los limones. Deja que repose en la nevera durante unos 15 minutos, hasta que el pescado cambie de color y se vuelva opaco. Mientras tanto, pica la cebolla en pluma, el ají en trozos pequeños y el cilantro finamente. Añade estos ingredientes al bol con el pescado, salpimienta al gusto y mezcla bien. Sirve el ceviche con el acompañamiento que prefieras y disfruta de este plato típico peruano.
Pad thai: el plato más popular de Tailandia
El pad thai es uno de los platos más conocidos y sabrosos de la cocina tailandesa. Se trata de un salteado de fideos de arroz con huevo, tofu, brotes de soja, cebolleta y cacahuetes, aderezado con una salsa agridulce de tamarindo, azúcar, salsa de pescado y vinagre. El pad thai se puede personalizar con diferentes tipos de carne, marisco o verduras, y se puede ajustar el nivel de picante con salsa de chile.
El pad thai es un plato callejero por excelencia, que se puede encontrar en cualquier esquina de Tailandia, preparado al momento por expertos cocineros. Sin embargo, también se puede hacer en casa con algunos ingredientes básicos. Solo necesitas fideos de arroz (que puedes remojar en agua caliente o hervir según las instrucciones del paquete), huevo, tofu firme, brotes de soja, cebolleta, cacahuetes tostados, aceite, ajo y lima. Para la salsa, necesitas pasta de tamarindo (que puedes comprar en tiendas especializadas o sustituir por zumo de limón), azúcar, salsa de pescado (que puedes reemplazar por salsa de soja) y vinagre. En una sartén grande o un wok, calienta un poco de aceite y saltea el ajo picado. Añade el huevo batido y revuélvelo hasta que cuaje. Añade el tofu cortado en dados y los fideos escurridos y mezcla bien. Añade la salsa, hecha con la pasta de tamarindo, el azúcar, la salsa de pescado y el vinagre, y cocina hasta que los fideos estén tiernos y la salsa se haya reducido. Añade los brotes de soja, la cebolleta picada y los cacahuetes troceados y remueve. Sirve el pad thai con un trozo de lima y salsa de chile al gusto.
Couscous: el plato estrella de Marruecos
El couscous es un plato tradicional de la cocina marroquí, que consiste en sémola de trigo cocida al vapor y acompañada de un guiso de carne, verduras y especias. El couscous se suele servir en una fuente grande, donde se coloca la sémola en forma de montaña y se cubre con el guiso, que puede llevar cordero, pollo, ternera o pescado, y verduras como zanahoria, calabaza, nabo, garbanzos o pasas. El couscous se aromatiza con especias como comino, canela, jengibre, cúrcuma, pimentón o azafrán, que le dan un sabor exótico y delicioso.
El couscous es un plato festivo, que se suele preparar los viernes o en ocasiones especiales, y que se comparte en familia o con amigos. Para hacerlo en casa, se necesita una cuscusera, que es un utensilio formado por dos ollas que se encajan, una para cocer el guiso y otra para cocer la sémola al vapor. Si no tienes una cuscusera, puedes usar una olla normal y un colador grande que encaje sobre ella. Para el guiso, necesitas carne (la que más te guste, cortada en trozos grandes), verduras (las que prefieras, peladas y troceadas), aceite, cebolla, ajo, caldo, sal, pimienta y especias (las que quieras, pero te recomiendo comino, canela, jengibre, cúrcuma, pimentón y azafrán). En la olla inferior de la cuscusera, o en una olla normal, calienta un poco de aceite y sofríe la cebolla y el ajo picados. Añade la carne y dórala por todos lados. Añade el caldo, la sal, la pimienta y las especias y lleva a ebullición. Añade las verduras y baja el fuego. Deja que se cocine a fuego lento hasta que la carne y las verduras estén tiernas, unos 40 minutos. Para la sémola, necesitas sémola de trigo (que puedes comprar en cualquier supermercado), agua, sal, mantequilla y perejil. En un bol, pon la sémola y añade un poco de agua, sal y mantequilla. Mezcla con las manos hasta que la sémola esté húmeda y suelta. Pon la sémola en la olla superior de la cuscusera, o en un colador, y colócala sobre la olla del guiso, de forma que el vapor que salga cueza la sémola. Tapa la olla y deja que se cocine unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando la sémola esté cocida, ponla en una fuente y espolvorea con perejil picado. Cubre la sémola con el guiso y sirve el couscous caliente.
Viajar con el paladar
Estos son solo algunos ejemplos de los platos y las recetas que puedes probar como mochilero, pero hay muchos más. Cada país tiene su propia gastronomía, llena de sabores, aromas y colores que te harán vivir una experiencia única. Te animo a que te atrevas a probar todo lo que te ofrezca el mundo, y a que aprendas a preparar tus platos favoritos. Así, podrás viajar con el paladar y recordar tus aventuras con cada bocado. Espero que te haya gustado este artículo y que te haya servido de inspiración. Si quieres leer más sobre viajes, gastronomía y cultura, no te pierdas mi blog. Te deseo un buen viaje y un buen provecho.
