El pan es uno de los alimentos más antiguos y universales que existen. Es una fuente de energía, de fibra, de sabor y de satisfacción. Pero no todo el pan es igual. El pan industrial que se vende en los supermercados suele estar lleno de aditivos, conservantes y azúcares que le restan calidad y beneficios para la salud. Además, el pan industrial se endurece y se seca rápidamente, lo que lo hace poco apetecible para llevar en tus viajes.
¿Qué tal si te dijera que puedes hacer tu propio pan casero con ingredientes naturales, sin necesidad de tener un horno ni una máquina de pan? Un pan que sea tierno, esponjoso, aromático y delicioso. Un pan que puedas personalizar con los sabores que más te gusten. Un pan que se conserve bien y que puedas disfrutar en cualquier lugar. ¿Te animas? En este artículo te voy a enseñar cómo hacer tu propio pan casero para llevar en tus viajes y disfrutar de lo natural.
Los ingredientes básicos para hacer pan casero


Para hacer pan casero solo necesitas cuatro ingredientes básicos: harina, agua, levadura y sal. La harina es el ingrediente principal, que aporta la estructura y el sabor al pan. Puedes usar harina de trigo, que es la más común, o experimentar con otras harinas como la de espelta, la de centeno o la de avena. La cantidad de harina dependerá del tamaño del pan que quieras hacer, pero una buena medida es usar unos 500 gramos.
El agua es el ingrediente que hidrata la harina y activa la levadura. El agua debe estar tibia, ni muy fría ni muy caliente, para favorecer el crecimiento del pan. La cantidad de agua también dependerá del tipo de harina que uses y de la humedad del ambiente, pero una buena medida es usar unos 300 mililitros.
La levadura es el ingrediente que hace que el pan fermente y suba. La levadura es un microorganismo vivo que se alimenta del almidón de la harina y produce gas carbónico y alcohol. Hay dos tipos de levadura: la fresca y la seca. La fresca se vende en cubitos en las neveras de los supermercados y tiene una caducidad corta. La seca se vende en sobres en las estanterías y tiene una caducidad más larga. Ambas funcionan igual, solo cambia la cantidad que hay que usar. Para 500 gramos de harina, se necesita unos 25 gramos de levadura fresca o unos 7 gramos de levadura seca.
La sal es el ingrediente que realza el sabor del pan y regula la fermentación. La sal debe ser fina y sin aditivos. La cantidad de sal también dependerá del gusto personal, pero una buena medida es usar unos 10 gramos.
Los pasos para hacer pan casero


Una vez que tienes los ingredientes básicos, solo tienes que seguir estos pasos para hacer tu propio pan casero:
- Mezcla la harina con la sal en un bol grande y haz un hueco en el centro.
- Disuelve la levadura en un poco de agua tibia y viértela en el hueco de la harina.
- Añade el resto del agua poco a poco e integra todo con una cuchara o con las manos hasta formar una masa homogénea.
- Saca la masa del bol y ponla sobre una superficie enharinada. Amasa con las manos durante unos 15 minutos, estirando y doblando la masa hasta que quede suave y elástica.
- Forma una bola con la masa y ponla en un bol engrasado con un poco de aceite. Cubre el bol con un paño húmedo o con papel film y déjalo reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen, unas dos horas aproximadamente.
- Saca la masa del bol y desgasifícala con los dedos, presionando suavemente para eliminar el aire. Dale la forma que quieras a tu pan, ya sea redondo, alargado, trenzado o en porciones individuales.
- Coloca el pan sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y hazle unos cortes con un cuchillo afilado para que se expanda mejor. Cubre el pan con un paño húmedo o con papel film y déjalo levar de nuevo hasta que doble su volumen, unas dos horas más.
- Precalienta el horno a 200ºC y hornea el pan durante unos 30 minutos o hasta que esté dorado y suene hueco al golpearlo. Saca el pan del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla.
Los trucos para personalizar tu pan casero


Ahora que ya sabes cómo hacer tu propio pan casero, puedes personalizarlo con los ingredientes que más te gusten. Aquí te doy algunas ideas:
- Para darle más sabor al pan, puedes añadir a la masa especias como orégano, tomillo, romero, comino o pimentón.
- Para darle más color y textura al pan, puedes añadir a la masa semillas como sésamo, amapola, lino o girasol.
- Para darle más dulzor y jugosidad al pan, puedes añadir a la masa frutos secos como nueces, almendras, pistachos o pasas.
- Para darle más proteína y fibra al pan, puedes sustituir parte de la harina por harina integral o por copos de avena.
Disfruta de tu pan casero en tus viajes
Ya ves que hacer tu propio pan casero es fácil, divertido y saludable. Además, es una forma de ahorrar dinero y de reducir el consumo de plástico. Pero lo mejor de todo es que puedes disfrutar de tu pan casero en tus viajes, ya sea en un picnic al aire libre, en un desayuno en la habitación del hotel o en un bocadillo en el avión. Tu pan casero te acompañará donde quieras y te hará sentir como en casa.
Espero que te haya gustado este artículo y que te animes a hacer tu propio pan casero para llevar en tus viajes y disfrutar de lo natural. Si quieres leer más artículos como este, no olvides seguir mi blog y compartirlo con tus amigos. Te deseo buen provecho y buen viaje.